domingo, 6 de febrero de 2011

EL VALOR DE LA SEGUNDA OPORTUNIDAD



Hola nostálgicos, aquí os presento una gran canción de amor. Días pasados en el club de lectura veíamos en "La sonrisa etrusca" como en las peores circunstancias la vida siempre te da nuevas oportunidades. En este caso, Sandro Giacobbe compuso una canción de lamento y perdón por el engaño pero sabe expresar perfectamente la veleidad de la carne y la sinceridad del alma y del verdadero amor.
Si queréis acceder a la letra pinchad aquí.
En este caso quiero dedicarla a todas las personas que naveguen por este blog (a las que no también), espero que comprendáis porque no se la dedico a mi "amorosa" compañera. Todo se andará.
Espero que os guste y si no, caña a los comentarios.
PD. Nos quedamos con la gana de saber si la canción tuvo efecto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo siento por no compartir el mérito de esta canción. Echándole un vistazo a la letra es de lo más machista, violento y retrógrado que bajo los acordes y empalago de las palabras, se podría componer.
Me explico,
- la culpa es de ella "su cuerpo me rogaba" o de los elementos "la vida es así" (¡¡¡¡ y un carajo!!!!, etc: siempre es así en aquellas personas incapaces de asumir responsabilidades incluídas las "veleidades de la carne" (por cierto, ¡qué forma tan ñoña de decir infidelidad, respeto, amor, ....)
- poco desarrollo de la inteligencia y de la razón, por tanto estamos de nuevo en la necesidad del impulso atribuida al hombre "colgado de nuestra incosciencia": cumple con el estereotipo de hombre que todo se lo puede permitir y encima alardear con la persona a la que más daño puede hacerle.
- necesidad de pedir perdón "mi mente lloraba tu ausencia.No lo volvere a hacer mas. No lo volvere a hacer mas. Pues mi alma volaba
a tu lado y mis ojos, ....": uno de los rasgos típicos de los maltratadores, hacer mal y pedir perdón, ....

Creo que hay que hacer una crítica seria y si para celebrar el día de San Valentín las ocurrencias son estas mejor nada, así al menos no se contribuirá a convertir en referentes episodios deplorables.

Un barniz bien barato.